Cuando comencé a trabajar en el año 2011 en una empresa de Artes Gráficas no sabía los retos que se me iban a plantear. Pero sí sabía que iba a poder con ellos y pude.

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Cuando comencé a trabajar en el año 2011 en una empresa de Artes Gráficas no sabía los retos que se me iban a plantear. Pero sí sabía que iba a poder con ellos y pude.
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¿Cómo se lleva usted con el fracaso? Yo bien, gracias. Este bien podría ser el título de una conferencia donde muchas personas se sentirían identificadas, yo la primera.
Hace poco más de 4 años, tuve que tomar una difícil decisión profesional. Me encontraba en el que consideraba el trabajo de mi vida, sobre todo por las funciones a desarrollar, pero también por las personas con las que trabajaba y de las que aprendía tanto. Pero de buenas a primeras, en una maniobra que todavía hoy está llena de interrogantes para mí, todo cambió.
La palabra empresa etimológicamente viene del latín y su significado es “emprender alguna actividad que conlleva cierto riesgo”.
Una empresa es una unidad social y económica que busca ofrecer al mercado bienes o servicios para obtener una rentabilidad de ellos, agrupando “trabajo” -los recursos humanos- y “capital” –quien aporta los medios técnicos y las infraestructuras necesarias para iniciar y mantener una actividad con garantías-. Esta es una definición muy general de lo que es una empresa.
Hablar en público no es la cosa que más me guste del mundo, pero desde que estoy en Bachillerato, no sé por qué, es algo que me ha “tocado” con relativa frecuencia.
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